5 consejos para leer una etiqueta de cosméticos
No es de sorprender que la lectura de las etiquetas de cosméticos, sobre todo la parte de ingredientes, nos resulte tan difícil de entender. Y es que la mayoría de ellas son de cosmética convencional, llena de componentes químicos sintéticos con nomenclatura técnica, la mayor parte del tiempo en inglés o latín, y hasta en algunos casos solo la abreviatura, como por ejemplo: el PEG (Polietilenglicol).
Sin más preámbulo, te vamos a dar 5 sencillos consejos para que puedas identificar si un producto cosmético es seguro, tiene insumos saludables o ya es hora de “migrar” hacia uno más saludable:
- Vencimiento: aunque parezca obvio, es lo primero que debemos fijarnos. Esto ayuda a prevenir que el producto se haya descompuesto y haya perdido su efectividad o nos pueda ocasionar algún daño. También ayuda a saber cómo y a quién administrarlo para que dure el tiempo necesario antes del vencimiento. También es importante tener en cuenta el tipo de producto. Por ejemplo, un bloqueador o protector solar si lo he tenido todos los días expuesto al sol y/o la arena caliente, es probable que al término de la temporada ya haya perdido su función.
- Tiempo de vida del producto: si el tiempo de vida del producto es de 2 años a más puedes estar frente a un producto con alta dosis de químicos sintéticos. Lo puedes ver restando la fecha de vencimiento con la fecha de producción. Si bien hay productos naturales como por ejemplo la miel, el polen, el aceite de coco, etc., que pueden durar muchos años, en el caso de cremas u otros productos cosméticos que contienen agua, por este componente H2O lo hace altamente perecible.
- Insumos a evitar: al respecto hay una larga lista; podrás revisar mucha información sobre ellos en internet. Si tienes mayores dudas, revisa artículos científicos al respecto. La lista de los más saltantes son:
Parabenos (METHYLPARABEN, PROPYLPARABEN)
Polietilenglicol (POLYETHYLENE GLYCOL (PEG))
Benzaldehído (BENZALDEHYDE)
Aluminio (ALUMINUM)
Triclosán (TRICLOSAN)
Lauril sulfato de sodio (SODIUM LAURYL SULFATE)
Ftalato de dietilo DIETHYL PHTHALATE
Siloxano (CETYL DIMETHICONE)
butylhydroxytoluenum y butil-4-hidroxianisol y 3-tercbutil-4-hidroxianiso (BHA y BHT)
Dietanolamina (DEA, TEA o MEA)
Formaldehído (DMHF)
Todos ellos se han estudiado que podrían causar algún tipo de irritación en la piel, disrupción hormonal, daño en el sistema nervioso y hasta en algunos casos pueden ser cancerígenos. Para mayor detalle, puedes revisar la Lista de componentes aquí https://www.aemps.gob.es/cosmeticosHigiene/cosmeticos/docs/inventario_cosmet_junio06.pdf
- Indicaciones y Precauciones: sobre el cómo usarlo y el qué evitar. Por ejemplo, las indicaciones de una crema pueden ser “recomendada para las pieles secas y más particularmente para la humectación de las pieles frágiles o pieles debilitadas por tratamientos médicos o dermatológicos” esto es el modo de uso. En las precauciones, tenemos por ejemplo: “Evítese el contacto con los ojos. Si esto sucede enjuague con abundante agua, si persisten las molestias acuda al médico” esto es el peligro que hay de no seguir correctamente las indicaciones.
- Respaldo de la marca: siempre el respaldo de una marca lo han dado sus clientes, y hoy por hoy son los mismos clientes, bajo las redes sociales, que pueden dar mayor información (no selectiva) sobre el contenido y efectividad de un producto cosmético. Si eres un nuevo cliente de una marca fíjate si en la etiqueta del producto/marca hay alguna red social (Facebook, twitter, youtube, etc.). Visítala y revisa los comentarios de sus clientes.
Si de repente hay algún otro consejo que se nos ha escapado y tú lo sabes, no dudes en compartirlo en la zona inferior de comentarios.
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